Me enteré casi a traición del “cierre” de Deportellano. Mis vacaciones de mayo, que a veces me han impedido estar en Puertollano en acontecimientos interesantes, han hecho perderme el más triste de todos: el fallecimiento de la criatura, de nuestra criatura. Parece duro pero es la realidad. Deportellano, tal y está concebido hasta hoy ha muerto.
Mientras viajaba por el oeste de Estados Unidos y después de enterarme de la triste noticia le daba vueltas a la cabeza pensando en lo que escribir a mi regreso. Pensé en una despedida, pero ya me despedí hace año y medio, aunque en este año y medio no haya tenido más remedio que decir que sí a casi todo lo que me han pedido mis amigos Carlos y Fernando cuando lo han necesitado. Uno nunca pierde el gusanillo y siempre deja la puerta entreabierta. Además es muy difícil decirle que no a un hijo y Deportellano es como un hijo compartido con otras tres personas. Pensé también en iniciar la retahíla de agradecimientos, pero así corro el riesgo de olvidarme de alguien y hacerlo sería una injusticia tremenda porque hay muchos y muy buenos a los que agradecer. Conocer a alguien nuevo en tu vida te enriquece como persona. En estos años he conseguido ser muchísimo más rico que antes, al menos de forma inmaterial. Estuve tentado, por qué no decirlo, en hablar de la gente que nos puso zancadillas, que también los ha habido. Uno con los años se vuelve más viejo y más pellejo pero al final comprendes que es mejor enterrar el rencor bajo tierra. Muy abajo.
Y llego a la conclusión de que he gastado medio folio sin haber dicho aún de que voy a escribir. Pero así soy yo, viajando constantemente por Úbeda y sus cerros. Pues eso, al lío: Voy a hablar del futuro.
Decía que Deportellano ha muerto tal y como lo conocemos hoy en día. Estoy tan convencido de ello como de que va a volver. Volverá de otra forma, aún más profesional. Volverá con la misma calidad de siempre, o incluso mayor, pero buscando la viabilidad económica y la compatibilidad con los quehaceres profesionales de sus miembros. Es una formula difícil pero por eso se para, para tomar un nuevo impulso. Tomando prestado el tópico, Deportellano da un paso atrás para dar dos hacia adelante, como corresponde. Estoy segurísimo que habrá un Deportellano 3.0 (porque éste era el 2.0 aunque ya casi nadie se acuerde de nuestra primera versión, incluso hubo un Deportellano Beta) Un Deportellano accesible, interactuando con las redes sociales, con los colaboradores y con los usuarios. Un Deportellano en el que se impliquen los estamentos públicos y privados, los clubes deportivos y todo el que quiera aportar un granito de arena ¿Es todo esto un sueño? Puede ser, pero este mundo fue creado por unos cuantos locos soñadores. Sí señores, creo en la resurrección y espero estar allí para participar en ella, porque nunca me fui del todo y porque en el fondo amenazaba con volver.
Hace unos días, hablando con Fernando (una de esas personas que te hacen ricos sin darte dinero, de las que hablaba antes) intuía que el cansancio se apoderaba de él y de Carlos. Y si Carlos, que es incombustible y perfeccionista caía en el agotamiento, el final estaba cerca. Estuve tentado en decirle que volvía para ayudar pero creo que es más inteligente lo que ha terminado pasando. Hay que tomarse el tiempo necesario para ver si la vuelta es factible y volver para quedarse. Lo ideal es que Deportellano no dependiera ni de Angel Valencia, ni de Carlos Rodríguez, ni de Fernando Romero, ni mucho menos de mí. Que fuera perenne y que cuando unos se cansaran otros tomaran el relevo. Hay que intentar crear eso, un árbol fuerte, robusto y de hojas perennes. Y yo quiero ayudar a plantarlo.
Una última cosa: después de leer las despedidas de mis compañeros, periodistas de nivel superior, quería puntualizar una cosa a los tres pero en especial a Fernando Romero. Amigo Fer, me parece muy bien que digas que te uniste al Deportellano de los últimos tiempos, pero estoy seguro que ni tú mismo te crees tus palabras. A mí me parece más bien que estás casi desde el minuto 1, lo que pasa es que te cuesta reconocerlo.
Por cierto, los miembros de Deportellano no pueden dejar de darle a la tecla así que estoy seguro que en Facebook, en los blogs o en Twitter tendrán cosas que decir. Si hay alguien que quiera escucharnos…
David Vozmediano
Mientras viajaba por el oeste de Estados Unidos y después de enterarme de la triste noticia le daba vueltas a la cabeza pensando en lo que escribir a mi regreso. Pensé en una despedida, pero ya me despedí hace año y medio, aunque en este año y medio no haya tenido más remedio que decir que sí a casi todo lo que me han pedido mis amigos Carlos y Fernando cuando lo han necesitado. Uno nunca pierde el gusanillo y siempre deja la puerta entreabierta. Además es muy difícil decirle que no a un hijo y Deportellano es como un hijo compartido con otras tres personas. Pensé también en iniciar la retahíla de agradecimientos, pero así corro el riesgo de olvidarme de alguien y hacerlo sería una injusticia tremenda porque hay muchos y muy buenos a los que agradecer. Conocer a alguien nuevo en tu vida te enriquece como persona. En estos años he conseguido ser muchísimo más rico que antes, al menos de forma inmaterial. Estuve tentado, por qué no decirlo, en hablar de la gente que nos puso zancadillas, que también los ha habido. Uno con los años se vuelve más viejo y más pellejo pero al final comprendes que es mejor enterrar el rencor bajo tierra. Muy abajo.
Y llego a la conclusión de que he gastado medio folio sin haber dicho aún de que voy a escribir. Pero así soy yo, viajando constantemente por Úbeda y sus cerros. Pues eso, al lío: Voy a hablar del futuro.
Decía que Deportellano ha muerto tal y como lo conocemos hoy en día. Estoy tan convencido de ello como de que va a volver. Volverá de otra forma, aún más profesional. Volverá con la misma calidad de siempre, o incluso mayor, pero buscando la viabilidad económica y la compatibilidad con los quehaceres profesionales de sus miembros. Es una formula difícil pero por eso se para, para tomar un nuevo impulso. Tomando prestado el tópico, Deportellano da un paso atrás para dar dos hacia adelante, como corresponde. Estoy segurísimo que habrá un Deportellano 3.0 (porque éste era el 2.0 aunque ya casi nadie se acuerde de nuestra primera versión, incluso hubo un Deportellano Beta) Un Deportellano accesible, interactuando con las redes sociales, con los colaboradores y con los usuarios. Un Deportellano en el que se impliquen los estamentos públicos y privados, los clubes deportivos y todo el que quiera aportar un granito de arena ¿Es todo esto un sueño? Puede ser, pero este mundo fue creado por unos cuantos locos soñadores. Sí señores, creo en la resurrección y espero estar allí para participar en ella, porque nunca me fui del todo y porque en el fondo amenazaba con volver.
Hace unos días, hablando con Fernando (una de esas personas que te hacen ricos sin darte dinero, de las que hablaba antes) intuía que el cansancio se apoderaba de él y de Carlos. Y si Carlos, que es incombustible y perfeccionista caía en el agotamiento, el final estaba cerca. Estuve tentado en decirle que volvía para ayudar pero creo que es más inteligente lo que ha terminado pasando. Hay que tomarse el tiempo necesario para ver si la vuelta es factible y volver para quedarse. Lo ideal es que Deportellano no dependiera ni de Angel Valencia, ni de Carlos Rodríguez, ni de Fernando Romero, ni mucho menos de mí. Que fuera perenne y que cuando unos se cansaran otros tomaran el relevo. Hay que intentar crear eso, un árbol fuerte, robusto y de hojas perennes. Y yo quiero ayudar a plantarlo.
Una última cosa: después de leer las despedidas de mis compañeros, periodistas de nivel superior, quería puntualizar una cosa a los tres pero en especial a Fernando Romero. Amigo Fer, me parece muy bien que digas que te uniste al Deportellano de los últimos tiempos, pero estoy seguro que ni tú mismo te crees tus palabras. A mí me parece más bien que estás casi desde el minuto 1, lo que pasa es que te cuesta reconocerlo.
Por cierto, los miembros de Deportellano no pueden dejar de darle a la tecla así que estoy seguro que en Facebook, en los blogs o en Twitter tendrán cosas que decir. Si hay alguien que quiera escucharnos…
David Vozmediano