sábado, 20 de noviembre de 2010

Vamos al fútbol

La vuelta a casa.

El CD Puertollano vuelve a casa. En realidad vuelve a una casa nueva construida en el terreno que una vez albergó la antigua. Durante todo este tiempo, el club ha disputado sus partidos en un Estadio Municipal que empezó con el pie izquierdo y con más pena que gloria. Una dura travesía en el desierto de tercera y preferente para terminar con algunos años de cierto éxito dentro de la inestabilidad económica que es denominador común en el deporte semiprofesional.

No guardo un gran recuerdo del Sánchez Menor. Copas federación y ascenso aparte, el municipal siempre será el estadio de la caída a lo más profundo de la UD Puertollano. El declive azul, aunque comenzó en los últimos años del Cerrú, se certificó en un flamante y recién inaugurado estadio con pistas de atletismo, envidia de la provincia. Un estadio que nació al revés. Y no solo por su ubicación cara al sol de la zona cubierta. Víctima de algún visionario que puso como excusa el atletismo para tal despropósito. Sino también por su césped, que comenzó mal, produciendo retrasos en la inauguración, y ha terminado peor. Aún confiamos que se arregle de alguna forma para las futuras utilidades de un recinto que, a pesar de todo, seguirá siendo el segundo mejor de la provincia. Tampoco me gustó, y siento decirlo, el nombre. Con todos mis respetos para Paco Sánchez, que creo que se merece mil homenajes, no es precisamente Puertollano cicatero en deportistas de alto nivel. Olímpicos, campeones de España, de Europa y mundiales. Pero claro, en eso de los nombres nunca nos vamos a poner de acuerdo. Ni siquiera en el del Estadio Nuevo. Una encuesta en Deportellano puso a las claras la división entre los dos propuestos. Al final da un poco igual. Chirrían más que un olímpico “nosecuantas” veces Campeón de España o el deportista de más renombre que ha dado la localidad en toda su historia pongan sus nombres a pabellones residuales.

En definitiva, que nos volvemos a nuestra casa. Muchos se preguntarán, sobre todo los no aficionados al fútbol, si era necesario volver viendo como está el patio. Que donde vivíamos tampoco se estaba mal y además le venía muy bien el sol al moreno de tez de los ricos. Probablemente tengan razón. De momento no se ven moros en la costa, el panorama no pinta precisamente de color de rosas y todo lo estamos fiando a planes B o C. No sería el Ciudad De Puertollano un escenario digno de un Puertollano-Miguelturreño. Con todos mis respetos para los churriegos. Sin embargo, a todos nos gusta disfrutar de este capricho. De este regalo que nos han hecho que realmente no necesitamos. Nunca viene mal darse un gustazo. A partir de mañana en la Avenida de Andalucía.

Ciao Olmeda

El ex presidente que se metió en camisas de once varas en tiempos difíciles. La facilidad con la que se culpabiliza al Ayuntamiento (principal patrocinador del deporte municipal) del exceso de dispendio de algunos. Una supuesta fusión que de momento ha quedado en un escudo rojo y grande y unas bonitas equipaciones comunes. Al final, las víctimas los de siempre. Los que trabajan. Demagogia barata: ¿Cuántos trabajadores de Repsol, Fertiberia, Silicio Solar o Solaria irían a trabajar después de seis meses sin cobrar? ¿Cuántos trabajarían con las mismas ganas simplemente por un retraso en sus nóminas de cinco días? Los jugadores son grandes y como tales hay que apoyarlos esta tarde.

Mourinho-Preciado

Que poco me interesa este tema. Únicamente lo saco a relucir para dejar claro que la prensa deportiva nacional es una absoluta vergüenza. Curiosamente la respuesta más lógica a este asunto la dio Santiago Segurola en sus charlas semanales (Ver charla, pregunta sexta). La pena es que lo diga en Marca. Con eso ya pierde toda la razón. Aunque daría lo mismo que la charla la diera en As, Sport o Mundo Deportivo. El mismo perro con distinto collar.

Carlos Moya

Se ha ido Charly y no ha hecho mucho ruido. Un tenista con un talento asombroso. Probablemente si las lesiones le hubiesen respetado y su vida hubiese sido un poco más monacal habría triplicado al menos sus títulos. La pregunta es ¿gestionaríamos nosotros mejor nuestro talento de haberlo tenido? Al fin y al cabo el fue finalista en el Open de Australia, ganó un Roland Garrós, una Davis y fue número uno del mundo. En el terreno personal, después de sus numerosas conquistas, acabó con Carolina Cerezuela. Tampoco está mal ¿no? Daba gusto ver jugar a Charly pero podemos seguirle en Twitter.